20 años de la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción: un G20 comprometido con el tema
El 9 de diciembre de 2003 se firmó en México la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción. El G20, a través del Grupo de Trabajo Anticorrupción en el Canal de Sherpas, y del B20 y SAI20 en el G20 Social, incluye en la agenda temas relevantes para los esfuerzos anticorrupción en la comunidad internacional.
Acto o resultado de corromper, adulterar, por uso de medios ilícitos en espera de ganancia personal o ventaja institucional. Esta es la definición general de corrupción en los diccionarios. Tanto si puede leerse desde una perspectiva histórica, sociológica y/o criminal, a menor escala, como el soborno a un árbitro en un partido de fútbol de barrio, o a mayor escala, como causa de crisis gubernamentales, una cosa es cierta: la lucha contra la corrupción es una demanda social central en las sociedades en general.
De esta forma, no podría dejar de ser un tema destacado en el G20, en especial este año, que marca los 20 años de la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción. La Convención fue firmada el 9 de diciembre de 2003 en México y es el único tratado multilateral anticorrupción internacional legalmente vinculante. El Día internacional contra la Corrupción fue instituido en esta fecha como resultado de propuestas de la delegación brasileña en la Convención.
GT Anticorrupción
En Brasil, es la CGU, órgano de control interno del gobierno federal, que acompaña la implementación de la Convención y, también, quien hoy lidera el Grupo de Trabajo (GT) Anticorrupción en el Canal de Sherpas. Los puntos más importantes de la Convención tratan los siguientes temas: prevención, penalización, recuperación de activos y cooperación internacional. Dado que el G20 es uno de los principales foros mundiales para la cooperación y la construcción de políticas y consensos internacionales, es evidente su capacidad para articular y orientar las acciones de los países del Grupo hacia los esfuerzos de prevención y lucha contra la corrupción, en línea con el cuarto tema.
"Es una Convención un tanto osada, sobre todo teniendo en cuenta que fue idealizada hace veinte años, y ha establecido normas mínimas para que tengamos un ambiente de integridad en nuestras instituciones y en nuestras relaciones internacionales, ya sean públicas o privadas", señala Vinicius Marques de Carvalho, ministro de la Contraloría General de la Unión de Brasil (CGU).
El GT Anticorrupción ya cuenta con 13 años de historia y se enfoca en diseminar las mejores prácticas en el enfrentamiento a la corrupción y abordar temas que surgen, como la aplicación de nuevas tecnologías para combatir esquemas de corrupción. Este año, la elaboración del Plan de Acción 2025-2027 será un importante resultado de la presidencia brasileña.
La primera reunión del GT será el 13 de diciembre, en Atlanta (EE. UU.), durante la Conferencia de los Estados Partes de la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción, que marca los 20 años de la firma.
Además del GT coordinado por la CGU, los grupos de compromiso (GC) Business20, dirigido por la Confederación Nacional de la Industria (CNI), y el SAI20, a cargo del Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU-Brasil), están comprometidos en el tema, ya que, para que el enfrentamiento de la corrupción sea efectivo, es necesaria una acción colectiva uniendo a los sectores público y privado.
El TCU es el órgano que trabaja en la fiscalización del gasto público, verifica si los recursos están aplicados de acuerdo con la ley y, en la presidencia del GC de las Entidades Fiscalizadoras Superiores, busca perfeccionar las herramientas anticorrupción.
"GT es una oportunidad fantástica para intercambiar experiencias y perfeccionar sus motores. De alinear los procedimientos, porque la corrupción muchas veces traspasa fronteras, como en una empresa multinacional que se somete a la corrupción y actúa en diferentes países. Tenemos que estar alineados", destaca Marcelo Luiz Souza da Eira, secretario de Control Externo de Informaciones Estratégicas e Innovación del órgano.
En cuanto a la cuestión del combate a la corrupción en el sector privado, Claudia Sender, coordinadora de la Fuerza de Tarea de Integridad y Compliance del Business20, plantea que las empresas nacionales están atentas al tema.
Un GT comprometido con las prioridades de la presidencia brasileña en el G20
"Las empresas brasileñas han demostrado un gran compromiso en los temas referentes al perfeccionamiento de la gobernanza y al combate a todas las formas de soborno y extorsión", explica Claudia.
La presidencia brasileña del GT Anticorrupción entiende que acciones anticorrupción son fundamentales para que los objetivos del G20 puedan ser efectuados, una vez que la corrupción debilita los procesos democráticos y el Estado de Derecho, acentúa desigualdades, hiere la calidad de vida de la población, afecta la economía y los pactos internacionales, entre tantos otros perjuicios.
"Los efectos nocivos de la corrupción son visibles: obras inacabadas de escuelas y puestos de salud, deforestación y minería ilegales, proliferación de milicias y crimen organizado, entre otros", complementa el secretario Marcelo Luiz Souza da Eira.
"Sabemos que el enfrentamiento de la corrupción, para que sea efectivo, demanda una acción colectiva, es decir, el compromiso de organizaciones públicas, sociedad y sector privado. Ese es un mensaje claro de la presidencia brasileña en el GT Anticorrupción: debemos conducir los trabajos de forma participativa", agrega el ministro de la CGU.